El arte rupestre es una de las manifestaciones
más antiguas de la cultura humana de ahí su gran
importancia, salvo contadas excepciones, algunas regiones de
Australia, el arte rupestre es fósil, sus creadores han
desaparecido desde hace mucho tiempo y con ellos los mitos y
creencias que sus pinturas y grabados en la roca reflejaban. El
investigador solo puede basarse en testimonios que datan de hace
cuatro o cinco siglos, cuando algunos pueblos de América y
África decoraban las cuevas con pinturas o grabados,
método que posee muchos riesgos pues la finalidad de los
testimonios y sus interpretaciones no siempre puede comprobarse
(Clottes, l998).
El comparatismo etnológico es un método
que consiste en extrapolar prácticas propias de un lugar y
de un contexto determinado a otras regiones del mundo, solo se
puede aplicar con mucha prudencia en un plano general, teniendo
en cuenta ciertos valores comunes al pensamiento humano y sin
pretender encontrar explicaciones concretas, detalladas y
universalmente válidas. (Clottes, l998) A menudo sus
imágenes son sencillas y de ejecución burda, pero
en otros casos, como el famoso arte paleolítico de Europa,
alcanzan una sofisticación inesperada, ofreciendo una
verdadera ventana cultural al pasado (Bahn y Vertut, l988) En
Cuba también hay imágenes del arte rupestre con una
elaboración nada simple, que demuestran la complejidad de
la cultura de nuestros aborígenes. En contraste con otros
tipos de restos prehistóricos… el arte rupestre es
producto consciente de la mente humana, y nos lleva directamente
al mundo conceptual que enmarca su existencia. Por eso su
interpretación ofrece oportunidades únicas de
penetrar el velo del pasado, y a la vez plantea retos especiales
para conocer un contexto que ha dejado perplejos a los
arqueólogos desde los primeros hallazgos a mediados del
siglo XIX hasta el presente (Murray, l992).
Hay un debate en cuanto al significado del arte
rupestre, para muchos arqueólogos este es indescifrable y
prefieren no hacer caso a la evidencia, solo describir la
pictografía sin buscar un significado, desde luego, hay
que reconocer los obstáculos reales para no cometer
errores. El arte rupestre cubano se encuentra colgado en una
monumental galería con fechas aproximadas y sin
interpretaciones certeras, solo con descripciones formales,
precisamente sobre este tema queremos tratar a
continuación.
Los autores Jean Clottes y David Lewis-Williams en su
obra Los Chamanes de la prehistoria definen al chamanismo como
una de las formas con que los hombres, a través del
tiempo, han inducido, manipulado y explotado los estados
profundos de la conciencia alterada y plantean la tesis de que se
presentan tres etapas de trance, se trata de 3 fases que
atraviesa cualquier ser humano al entrar en estado de trance. En
la primera se pueden ver formas geométricas
cuadrículas, líneas, zigzag, en la segunda esas
imágenes se transforman en objetos con significado, y en
la tercera aparecen monstruos pertenecientes a un mundo
onírico, a lo largo de estas etapas el chamán
podría poner en práctica un vuelo a otro mundo
más elevado, o un descenso a las profundidades de la
tierra. Así el cosmos chamánico se presenta
dividido en tres niveles: el de la vida cotidiana, un mundo
superior y otro inferior, el chamán tendría la
habilidad e visitar cada uno de ellos.
El término Chamanismo que se aplicó
inicialmente a las poblaciones siberianas, abarca creencias y
prácticas con un fundamento común, compartidas por
numerosos pueblos del mundo hasta el día de hoy. Entre los
múltiples componentes del sistema chamánico,
algunas características parecen fundamentales y
están ampliamente difundidas. Mencionaremos tres de ellas
que nos pueden servir para mejor comprensión de nuestros
planteamientos:
En primer lugar, la concepción de un universo con
varios niveles que corresponden a mundos superpuestos o
paralelos, los acontecimientos del mundo en que vivimos
están directamente condicionados por poderes que viven en
alguno de esos otros mundos.
En segundo lugar, la creencia de que ciertos individuos
pueden, en determinadas circunstancias, entrar en contacto con el
otro mundo e influir así en los acontecimientos de
éste. Ejercerán esa influencia con la finalidad de
curar a los enfermos, restablecer un equilibrio, obtener caza
abundante o, en las regiones áridas, provocar la lluvia, y
muy rara vez con propósitos maléficos.
Tercera característica: el contacto con ese otro
mundo se establece directamente en un sentido o en otro. Puede
producirse por la visita y ayuda de espíritus auxiliares
que adoptan a menudo forma animal y que se presentan al
chamán o hacia los que el chamán se dirige. Suele
producirse entonces una identificación del chamán
con ese espíritu, e incluso la creencia en una
transformación total o parcial, del hombre en animal.
(Clottes, 1988)
En Cuba existen numerosos ejemplos de figuras
antropomorfas, una de las más interesantes es la de la
Cueva de Mesa, en Pinar del Río la que representa un
hombre con cabeza serpentiniforme, este pictograma puede
representar al chamán o behique, como se llamaba en Cuba a
los que oficiaban los rituales, este entraba en estado de trance
provocado por la ingestión de sustancias
alucinógenas, o por el sometimiento a largos
períodos de enclaustramiento, entonces la oscuridad
insondable de las cavernas, el frío intenso, o la falta de
referencias sensoriales facilitaban la alteración de la
percepción normal.
Comenzando a experimentar visiones y así entraban
en contacto con los espíritus a través de la de la
pared. (Clottes ,1998) En nuestro país en la Cueva de
García Robiou también conocida como cueva de Diago,
en la provincia de La Habana existen varios ejemplos de
cómo el artista utilizó el relieve de la pared para
elaborar las representaciones rupestres esto se explica en la
teoría chamánica, por lo que pensamos que la visita
del aborigen cubano a las cuevas no era nada casual, sino que
independientemente de su uso como vivienda era utilizada para sus
rituales, para el encuentro con sus espíritus. A la luz
tenue de las antorchas es posible que se emocionaran y creyeran
percibir espíritus de animales, y a consecuencia de ello
hayan aprovechado los relieves de las paredes de las cuevas para
realizar sus obras como sucede en la espeluca antes
mencionada.
A nuestro juicio cuando vemos imágenes
superpuestas en nuestro arte rupestre no significa que el autor
de las mismas se haya equivocado, esto se explica porque cada
representación nueva participaba del poder acumulado y
añadía a su vez el suyo. Entre las figuras
representadas aparecen seres híbridos con
características antropo-zoomorfas. Son criaturas que han
aparecido durante el viaje chamánico o el resultado de la
transformación experimentada por el chamán.
(Clottes ,1998),
Innumerables son los ejemplos que se representan en las
cuevas cubanas. El viaje del chaman, su entrada y salida al mundo
sobrenatural se puede interpretar a través de las figuras
representadas en la cueva de García Robiou, antes
mencionada donde podemos observar dos figuras muy interesantes,
son una figura zoomorfa y la figura de un rostro antropomorfo, en
la primera se utiliza para el cuerpo una protuberancia de la
pared de la cueva lo que interpretamos como si el mismo en el
viaje chamánico saliera de la pared y la segunda, la cara
donde se recurre a las hendiduras parietales para realizar el
rostro antropomorfo , o sea como si la misma entrara en el
inframundo, esto es el resultado del éxtasis
chamánico, donde el oficiante de las ceremonias realiza
una especie de viaje a otros mundos con diversos
fines.
En otras ocasiones, el viaje sobrenatural del
chamán en lugar de ser descrito de manera literal, se
expresaba mediante metáforas. (Clottes 1998) Las
cuales a la luz de nuestros conocimientos actuales son
incomprensibles, varios ejemplos los tenemos en los murales de la
Cueva de María Teresa en Sierra de Cubitas.
El petroglifo del hombre con cabeza de serpiente
representado en la cueva de Mesa en el occidente de Cuba, en el
occidente de Cuba, puede que sea el resultado de prácticas
chamánicas , debió ser el resultado del viaje
realizado al otro mundo, es importante tener en cuenta que el
majá de Santamaría (Epicrates angulifer), oriundo
de Cuba fue venerado por nuestros aborígenes.
Los indios Tucanos del sureste de Colombia, reflejan en
su plástica visiones inducidas por la ingestión de
yajé, que mediante ciertos agentes químicos, crea
en la visión humana lo que los fisiólogos llaman
fosfano o imágenes subjetivas, independientes de toda
fuente luminosa externa que son consecuencia de la auto
iluminación del sentido de la vista (Alcina Franch :1982(
la semilla de cohoba triturada y posteriormente inhalada por
nuestros aborígenes en el rito que lleva su nombre produce
efectos alucinógenos, no es difícil pensar que bajo
estos efectos nuestros primeros pobladores hayan elaborados sus
pictografías que ahora estudiamos para encontrar su
significado.
Las escenas de aborígenes fumando en pipa de la
cueva de Matías, en Sierra de Cubitas no son más
que la representación del ritual mediante el cual entraban
en trances alucinógenos, no por gusto se representa a esta
figura humana con un apéndice de carácter
totémico que nuestros antepasados veían en sus
alucinaciones.
El arte rupestre es el archivo más importante que
la humanidad posee sobre su propia historia antes de la
invención de la escritura, es también una fuente
irremplazable para el estudio de los mecanismos cognitivos del
ser humano. (Anati, 1988(,
De ahí la importancia de su conservación y
su protección con el objetivo de poder estudiar el
comportamiento, los gustos, temores, etc., de nuestros
aborígenes.
CONCLUSIONES
Una gran parte del arte rupestre cubano fue realizado en
un contexto chamánico, esto no significa que todas las
imágenes de este arte sean el resultado de visiones, ni
que todas respondan a una misma finalidad. La imaginación
y el ingenio humano son infinitos, pero es necesario estudiar
mucho más el contexto etnológico en que se
desarrolló el aborigen cubano.
Se hace imprescindible la comparación del arte
rupestre cubano con el de otras regiones del mundo para arribar a
mejores conclusiones acerca del origen y desarrollo del
mismo.
BIBLIOGRAFÍA:
– Alcina Franch, José. Religiosidad,
alucinógenos y patrones artísticos taínos.
Boletín del Museo del Hombre Dominicano. No.17,
año10. Santo Domingo, 1982.
– Bahn, Paul y Vertut, Jean. Images of the
Ice Age . New York. Facts on File.
– Covarrubias, Miguel. Desde el Cerro De la
Silla. El Arte Rupestre de Nuevo León. Breen Murray,
William. Artes y Letras de Nuevo León Monterrey, N.L.(
U. A. N. L. 1992.
– Clottes, Jean y Lewis- Williams, David Les chamanes
des cavernes, Archeologia, No 336, 1997, p. 30-41.
– Lewis Williams, David y T. Dowson. The signs of all
times. Enthopicphenomena in Upper paleolithic art, current
Anthrology, 29, 2 p. 201-245.
– Núñez Jiménez, Antonio El arte
rupestre cubano y su comparación con el de otras
áreas de América. Proyecto regional de patrimonio
cultural y desarrollo, 1985.
– Núñez Jiménez, Antonio. Arte
rupestre de Cuba. Jaca Book, 1985.
– Revista El Correo de la UNESCO abril
1998.Artículos (Una escritura antes de la escritura.
Enmanuel Anati. La pista del chamanismo.
– Whitley ,David A Guide to rock art sites.Southern
California and Southern Nevada, Missoula, Mountain Press
Publishing Co., 1996.
Autor:
Ramón Artiles
Avela
Profesor asistente
Filial provincial La Habana
Sección de base San José de
Las Lajas
Universidad Agraria de La
Habana.
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